Muchas emprendedoras creen que las newsletters no funcionan, o que son anticuadas.
Hasta que…
Descubren cómo ganar dinero enviando correos electrónicos. 💸
Sin tener que estar horas frente al espejo arreglándote para grabar videos en redes sociales, ni depender de algoritmos que ocultan tus publicaciones como una mantis fantasma en un bosque.
A no ser que prefieras los likes que las ventas, que también es válido.
Pero si ese no es tu caso…
Ya te digo que con un poco de estrategia y la mentalidad adecuada, puedes tener una newsletter tan rentable como vender chocolates en un supermercado.
Si algo de esto te interesa, deja tu email aquí abajo:
Cuando te suscribes a mi newsletter, inmediatamente pasan dos cosas.
La primera de ellas es que recibes una bienvenida bastante rara y azul.
Rara, rara y azul, azul, como este molusco.
Estoy muy segura de que no has recibido nada parecido en ninguna otra newsletter. Y también estoy muy segura de que muchas personas copiarán ese correo y lo usarán como propio. Lo sé, y no me importa.
La segunda cosa que ocurrirá cuando te suscribas, es que te podrás descargar (en ese email raro de bienvenida que te acabo de mencionar) un PDF de regalo.
OJO, es gratis pero muy valioso.
En unos 10 minutos vas a aprender 3 cosas muy básicas (en realidad son más de 3) para que vendas desde el día 1 con tu newsletter.
En el PDF verás:
Dos reglas de oro que aprendí de un soldado nepalí y que son fundamentales para que un negocio funcione. Puedes tener las mejores estrategias, productos, plataformas y herramientas, pero sin aplicar estas dos reglas, olvídate de tener un negocio.
Los 3 ingredientes fundamentales de una newsletter que vende. Son 3 principios súper simples de aplicar, pero OJO, si no están en equilibrio, si te pasas con alguno de ellos, aniquilas la venta.
Cómo hacer para que tus lectores pasen de decir “lo leo luego”, a devorarse tu mail mientras hacen la cola del supermercado o van en el bus de camino al trabajo.
La pregunta que debes hacerte antes de empezar a escribir cualquier correo de venta y una estrategia muy simple que hará que tu correo se quede en la mente de tu lector como si hubiese visto el 1º episodio de la cuarta temporada de los Peaky Blinders.
La razón por la que muchas newsletters fracasan, que no tiene que ver con la calidad del contenido que comparten, sino con la frecuencia con la que envían ese contenido (y la cantidad). Puedes pasarte semanas investigando y escribiendo tu newsletter al mejor estilo de revista, pero si no aplicas esta regla de la persuasión, será trabajo perdido.
Lo que tienes que hacer para que tus correos no estén salpicados con la energía de necesidad, sonando a señora que se sube en el metro rogando una ayuda para poder alimentar a su familia porque, aunque tiene todas sus extremidades intactas y sus 5 sentidos al pelo, es víctima del gobierno, de la economía y de la vida y no puede vivir sin tu limosna… Y un par de frases que pueden arruinar el resto del correo, mandando la venta al país de Nunca Jamás. Son frases muy usadas en newsletters que no venden nada.
Aplicando lo que te voy a enseñar, pasarás de recibir solo respuestas tipo “me encantan tus palabras, gracias por inspirarme”, a recibir notificaciones de venta. Clin, clin, clin!!
Es probable que cuando leas el PDF vayas corriendo como Forrest Gump a revisar tu newsletter y te replantees por completo tu manera de escribir en ella al darte cuenta de lo simple que es convertirla en un canal de ventas.
Un negocio es un negocio cuando genera dinero, ¿cierto?
Eso es un básico que lo sabe todo el mundo. Si vas a un sitio y entregas tu dinero a cambio de otra cosa, entonces estamos hablando de un negocio.
Pero, si tu negocio no está en un lugar físico, sino que está solo en internet y la única manera que tiene la gente de conocerte y de comprarte es mediante una red social que cuenta con algoritmos que controlan quién ve tus publicaciones y quién no, es decir, que controla quién puede comprarte y quién no, ¿sigues siendo tú la dueña del negocio?
Hmmm…
Piénsalo bien.
Si tienes un negocio que está sólo en Instagram, entonces no tienes un negocio.
Y OJO, no lo digo por la cantidad de ventas que estés generando.
¿Alguna vez te has detenido a pensar qué pasaría con tu negocio si un día te hackean tu cuenta de Instagram?
¿O si algún juez del país donde vives decide cerrar la plataforma? (hace poco estuvieron a punto de cerrar Telegram en España).
Presta atención a esto que te voy a contar, que cuando yo me enteré, me explotó la cabeza como al emoji de WhatsApp.
Conozco muchos negocios digitales que facturan miles de euros al mes sin tener redes sociales.
Sí, sí, leíste bien.
Negocios digitales que generan mucho dinero sin usar ninguna red social.
Sin estar pendientes del engagement, de los likes, del alcance, de subir un reel al día, de estar arreglada para grabar el reel, de quedarte dos horas subiendo stories y luego dos horas más respondiendo comentarios…
¡Quéeee! suena utópico, no?
Negocios que eligieron de manera estratégica el canal que los acerca más a la venta sin tanto esfuerzo y sin algoritmos de por medio.
Y ese canal eesss:
Cha, cha, cha, chan!
EL EMAIL MARKETING.
Y no, no se trata de tener una newsletter bonita con la que envías un correo al mes, o a la semana…
Se trata de usar la newsletter con estrategia de venta, y eso va más allá de la frecuencia con la que envíes correos, el nombre que le pongas y el diseño que utilices (que sí influye, por supuesto, pero no lo es todo).
Se trata de usar las palabras adecuadas, en el momento adecuado y en el lugar adecuado.
De conectar con tu lector y hacer que siga leyendo, hasta que te compre.
Para eso es el copywriting.
Y las newsletters que más venden, usan copywriting.
Si algo de esto te interesa, puedes unirte a la comunidad de mujeres migrantes que quieren hacer crecer sus negocios digitales, impactando a más personas, y logrando más ventas.
Y más libertad. Eso también.
Por cierto, una cosita importante.
Una vez que te suscribas te voy a estar enviando varios correos a la semana en los que te enseñaré a vender más y mejor con tu propia lista de correos.
Ah, y también voy a tratar de venderte mis servicios.
Aclaro esto por si eres de las que se ofenden o se incomodan con la venta. Aunque, si tienes un negocio digital, sería muy incoherente que te pasara eso, pero mejor dejar las cosas claras porque nunca se sabe.
Si ves que esto del email marketing no te interesa porque tú nunca lees correos,
O porque te parece que es anticuado,
Entonces mejor que no te suscribas.
Aunque voy a contarte algo que te puede hacer cambiar de opinión. O no.
En el 2023 tuve mi primera clienta.
Ya sé que esto no es relevante para ti, pero deja que te cuente.
Yo llevaba mucho tiempo estudiando y aprendiendo sobre copywriting, aunque nunca lo había puesto en acción.
Cuando mi clienta llegó a mí, me contó que estaba por lanzar su primer programa digital, y yo le hablé del email marketing y de todo su poder de venta.
Ella nunca había tenido una newsletter y decidió hacerlo por primera vez para crear la lista de espera de su programa.
En poco tiempo la lista llegó a 200 suscriptores. Un número que se considera muy bajo a nivel de marketing, donde lo “normal” es que la tasa de conversión sea del 3%.
Es decir, que vendas un 3% en tu lista de correos es considerado como algo muy bueno.
Esto es, que de 200 personas a las que le envías tu propuesta, te compren 6. Y 6, para muchos, es un número muy bajo.
Pero mi clienta no vendió un 3%, sino un 8%.
Con tan solo 200 suscriptores en su lista, logró vender 15 cupos de su primer programa de más de 400 dólares.
Y todo gracias a herramientas de copywriting y storytelling con las que redactamos correos estratégicos, hechos PARA VENDER.
No para crear y nutrir comunidad. No para regalar contenido de valor. Por supuesto que todo eso ocurría, pero el objetivo principal de cada correo era vender.
Más de 5.000 dólares en un primer lanzamiento de un producto que no estaba validado, con una newsletter totalmente nueva… Ni tan mal.
Con esto pude ver en primera persona que todo lo que venía estudiando es realmente efectivo y que además se puede aplicar con facilidad.
Tan sólo hace falta conocer el público al que le quieres vender, reconocer sus inquietudes y luego saber ofrecerles la solución (que para eso tienes que tener un buen producto o servicio, obvio).
Hablando el mismo lenguaje que ellos,
Teniendo un hilo conductor en tu mensaje
Y conectando con sus emociones, claro.
Porque si no conectas, no vendes.
Pero bueno, todo eso te lo explico bien, dentro.
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